Soy Carlos Jeldres Venzano. Ingeniero, Chileno, Chillanejo y fanático de Ñublense. El 11 de junio del 2016 dejé mi trabajo y comencé a perseguir mi sueño: dar la vuelta al mundo en bicicleta. 5 continentes, 5 años y más de 100 países. Bienvenidos al viaje de mi vida

México (O cómo me enamoré de Playa del Carmen)

Carlos Jeldres Venzano - marzo 03, 2017




Después de lo rápido que crucé Centroamérica, era momento de tomar un descanso de un par de días en la Riviera Maya de México. A pesar que ya sabía que era un lugar hermoso, nunca imaginé que ese "par de días" se terminaría convirtiendo en uno de los mejores meses de mi vida, en lo más cercano al paraíso que he estado. Fue quizás el primer país donde mi bicicleta Libertad pasó a un segundo plano, y donde más que un viajero, me sentí en casa.
Mi familia Mexicana
Sian ka'an, Reserva natural donde playa,
lago y bosque, se juntan.

Ya cruzado Belice, alcancé Mexico, el primer país del subcontinente norteamericano. 
Semanas atrás tuve que realizar la dura elección entre, o recorrer todo el sur, centro y norte de México, o bien, en casi la misma cantidad de kilómetros, sólo el Yucatán mexicano sumado a Belice, Cuba y Florida en USA. Si bien no me arrepiento, ya que fue un "sacrificio" que seguramente lo valdrá, la experiencia en este país me hará definitivamente volver a conocer lo que me quedó pendiente.
Se supone que sería una estadía corta, de un par de ciudades en el Yucatán, pero, como ha sido la tónica del viaje, las cosas inesperadas son las que le han dado más sabor, y terminé quedándome poco más de un mes por el país.


Las paradas importantes fueron Bacalar, Tulum, Playa del Carmen y Cancún, este último, lugar escogido para pasar el año nuevo. 

Bacalar es un pueblo hermoso, muy próximo a Belice, donde tiene a los pies una laguna de, como le llaman acá, 7 colores. Perfecta para descansar, en un ambiente ultra relajado, algo alejado de la fiesta dura. Un ambiente bastante hippie.

Tulum. Mezcla de ruinas mayas con playas paradisíacas. Se puede pedir algo más?

Con Oscar, Luis y Fatih
Continué la ruta a Tulum, primer pueblo en que empecé a sentir una sensación que me decía que me iba a enamorar del país. 
Místico lugar de relajo absoluto, donde están una de las ruinas más famosas de México y una de las aguas más lindas del país. Conocí a Oscar, Luis y Fatih, dos chicos peruanos y un alemán, y con ellos tuve mis primeros kilómetros acompañado en bicicleta, rumbo a las mencionadas ruinas. 
Con Ale en Cancún. Previo al año nuevo,
Luego, ya contra el tiempo para pasar el 31 de diciembre en Cancún, mi penúltima parada la hago en Playa del Carmen, para alcanzar con un día de anticipación, el 30 de diciembre, Cancún. 
Isla Mujeres - Cancun
De Cancún, es cierto lo que se dice. Mucha fiesta, playas hermosas pero bastante caro, en contraposición con el resto del país, uno de los más económicos quizás del mundo. 
A decir verdad, si bien me gustó para pasar un par de días, no era lo que buscaba para pasar mis últimas horas en México, por lo que decidí devolverme a Playa del Carmen el 2 de enero. 
El 5 de enero me iba Cuba, por lo que  los tres días restantes los pretendía pasar en Playa. Pero no contaba con que Playa me iba a atrapar. Y de la mejor forma...
Primer día en Playa.
Rodrigo, chico mexicano, fue mi primer partner en esta ciudad.
Playa del Carmen. Oh Playa querida. Me cuenta mantener la objetividad en el relato de lo que fue Playa del Carmen. Es de esos amores que, a pesar de lo evidente de sus defectos, al solo pensar en ellos, aparecen las mariposas en el estómago. 
La famosa Calle 12 de Playa del Carmen
Partiré por lo malo, antes de ponerme melancólico de lo que fue este lugar. Es una ciudad donde lamentable, y tal como está pasando en casi todo México, la droga cala en todos los estratos. 
Fiesta de lunes a lunes. La ciudad, sobretodo en enero, no para.
La normalidad con la que se ve la droga choca mucho; jalar cocaína o tomar éxtasis se toma con una cotidianidad que impacta, es de hecho más fácil conseguir una tacha (éxtasis) que un taxi. Incluso el "impuesto" (extorsión) que pagan los negocios establecidos al Cartel de narcotraficantes de la zona, parecen de mentira, es como si realmente fuera un impuesto más que pagar. Es quizás el gran cáncer de este país. 
Sin ir más lejos, durante el 10mo día de un festival de música electrónica, una de las razones del porqué me quede tantos días, hubo una balacera entre narcotraficantes que fue noticia mundial, muriendo como siempre, gente inocente.
De los 10 días del festival, solo ESE no fui a la fatídica calle 12, donde ocurrieron los hechos.

A pesar del tema de la droga, Playa del Carmen no es una ciudad
que estaba acostumbrada a este tipo de ataques, de ahí
el impacto mundial de la noticia
Lo otro que no me gustó de esta ciudad, aunque para ser justos, al igual como pasa con la droga, más que un mal de la ciudad es un tema país, es el casi absoluto desconocimiento de lo que está hacia el sur, en particular de centroamérica. 
México tiene el gran privilegio (o maldición) de tener al gran consumidor del mundo a su lado, los Estados Unidos. Eso lo ha llevado a mirar siempre hacia el norte, tanto en temas culturales o vacaciones, como en comercio, dejando a sus vecinos del sur, con quienes tenemos raíces lingüísticas y culturales tan grandes, algo olvidados. 
Nadie sabía casi nada de Chile por ejemplo, a pesar del relativo alto conocimiento que tenemos de ellos, y poco y nada sabían del resto de Sudamérica como Perú o Colombia. Nadie fue capaz de contestarme más de dos capitales sudamericanas! 
Mientras estuve allá, eran las primeras semanas de Trump. Que "suerte" tuve al haber estado en México justo cuando empezó su mandato y sus decretos y declaraciones contra el país, me lo pasé genial comentando y viviendo su política, y mucho se comenta que quizás con este efecto "Trump" empezarán a mirar un poco más hacia el resto del mundo y en particular a sus hermanos del sur. 
Pau, Eze y Paulo. Parte del team del Hostal 15-6.
Dejando de lado esos dos hechos puntuales, momento de abrir el corazón y escribir con el alma. 
Ay Playa querida...
Oh bendita Playa del Carmen. 
En Playa encontré gente que tengo la seguridad que no saldrá de mi vida.
Tan solo al llegar ese 2 de enero, supe a las horas que no iba a poder escapar fácilmente. 
En Playa hay un ambiente único de fiesta, de hermandad, de alegría. 
Es el concepto de libertad hecho ciudad. Tiene una vibra que no se puede explicar únicamente por su espectacular clima o su gente. Es como si tuviera vida propia.

 
Hostal 15-6. Donde conocí a Pau y mi hermano Pere.
Un lunes se mezcla en lo que puede ser un viernes y lo más duro que se puede pasar, es tener que decidir si ir a nadar a las paradisíacas aguas del caribe, salir a correr por sus blancas arenas, andar en bicicleta por la Riviera Maya o continuar la fiesta hasta el día siguiente. 
Listos para tomarse el "pomo"
Más que amigos, siento que tuve una pequeña familia en mi estadía allá, los chicos de Guy Fieris, en particular a Sol y mi hermano Dave. A Pau, quien parece ser la hermana mayor que nunca tuve y Pere, mi otro hermano español. 
Podría seguir escribiendo horas, pero se perdería un poco el objetivo del blog, además que muchas de las cosas vividas ahí me las guardaré para mí y me quedarán para el resto de mi vida. 
Dave y Sol. Parte de mi familia mexicana
 Como escribió mi hermano Dave, es un lugar que inspira como quizás solo lo podría hacer una mujer hermosa...Probablemente, el nombre de mujer del lugar, no es una coincidencia. 

Al momento de dejar el país rumbo a Cuba, sentí que algo se quebró en mi. La vara quedó demasiado alta para lo que viene, y nunca me fue tan duro seguir a mi próxima aventura...
Solo sé que a este lugar, volveré. 
Gracias por todo México. 
Gracias por todo Playa del Carmen.

Por siempre en el corazón chicos...



Party Hard Playa
Los famosos cenotes de la Riviera Maya.
En estos lugares, donde las aguas subterráneas crean una atmósfera
única, para el disfrute de turistas,
antiguamente se realizaban sacrificios Mayas.

Libertad acompañándome a los cenotes.

El BPM. Fiesta electrónica de 240 horas. Sí, 10 días sin parar.






La comida de México, junto con la Perú, han sido por lejos las favoritas en lo que llevo de viaje.


Con mi hora semanal de trabajo, en Isla Mujeres, al lado de Cancun.


No. No es tequila. Es Mezcal. Y ufff que potente que es...

Playa de Carmen.

Cocobongo. Probablemente la disco más famosa de Latinoamérica.

Ferry a Isla Mujeres.




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