What was a part of the iron curtain in Czechoslovakia a few decades ago, today is nothing more than an intense green full of tracks to cross by bicycle where posts came up welcoming Austria; with Slovakia and Austria within the European Union, border controls have been suppressed for quite some time. That hot border of yesteryear, welcomed me to Austria and at the same time, to Western Europe.
Tan solo unos pocos kilómetros entrado en Austria, mientras pedaleaba hacia Viena desde Bratislava volví a reencantarme con los sabores y paisajes de Europa.
En esas pocas horas de viaje mientras descansaba con una cerveza austríaca y recién acostumbrándome a oír el alemán, ese idioma que parece hablarse tan cortante y serio, se me acerca un chico. Mathias.
¿Porqué me gusta tanto la cerveza? Las buenas historias jamás comienzan con “Estaba bebiendo un té…”. Casi siempre que ha habido alguna cerveza de por medio, me han pasado las mejores anécdotas, y Mathias no fue la excepción.
De pelo largo y desgarbado, un poco más alto que yo pero mucho más macizo, se acercó hacia mí.
-Por tus equipaje parece que estás haciendo un viaje largo – Me preguntó.
-La verdad es que sí, estoy intentando dar la vuelta al mundo
-Wow…Si te pasas por la parte occidental de Austria, te puedes quedar en mi casa – Decía al tiempo que me muestra en el mapa y veo que su ciudad, Bizau, enclavada en los Alpes austríacos, me quedaba como anillo al dedo.
Luego de un rato compartiendo unas cervezas me comenta que iba desde Viena hacia Bratislava, uniendo los 60 kilómetros que separan a las capitales más próximas de Europa (ok, ok, la segunda considerando la dupla Vaticano-Roma, pero vamos, digamos que esa es la misma conurbación, así que no cuenta para mis efectos), pero en la otra dirección. Se había extraviado y ya no alcanzaba a llegar antes del atardecer a la capital eslovaca.
-Cómo te perdiste?, no revisaste el celular o el GPS?
-No uso celular, menos GPS – Ese fue el primer signo de que Matías estaba algo loco. Pero de esos locos en el buen sentido de la palabra.
No recuerdo exactamente como fue derivando la conversación, pero resultó acordó devolverse conmigo a Viena y hacer algo en la ciudad esa noche de sábado. Me dijo la frase a la que terminé acostumbrándome: “I’m going with the Flow” (algo así como dejaba que el viento lo guiara). Pedaleando hacia Viena, y luego de pasar frente a un campo nudista y unas plantaciones de marihuana, terminé por enterarme que la más conservadora Europa del Este, ya se había acabado.
We arrived in Vienna and Ferdinand, a German guy I had contacted before arriving to host me, was waiting for me that night. Very nice person with who I made good connection immediately. He was much more serious and "normal", it was the antithesis of Mathias and I really liked the fact of joining them. We agreed to go out the three and see what Vienna had to offer.
The land of Mozart. One of the few cities that captivates me in such a short time. Beyond his night, I loved the harmoniousness of its buildings, its colors, its cafes and street art. If it were not for its high prices, since everything cost much more than the neighboring countries of the east, it would be one of the few cities in Europe that I would come to live without thinking.
Viena |
Mathias me pregunta si me puede acompañar hasta su casa en bicicleta. Básicamente atravesar Austria de Este a Oeste.
Tiempo atrás no lo habría pensado dos veces, habría sido un inmediato no. Cuando partí, me dije que iba a estar siempre solo, era MÍ viaje. Pero el Carlos que pedaleó por Chile, por Perú o por Bolivia, no es el mismo que llegó a Europa, explicar el hecho de como he ido cambiando a lo largo del viaje da para un capítulo aparte. En fin, acá tampoco me lo pensé dos veces. Pero para un “por supuesto. El lunes salimos”. Además, como si se hubieran alineado las estrellas, Ferdinand tenía un saco de dormir y una carpa para pasarle a Mathias. No había excusas.
Esa noche conocí a Lily, una linda chica austríaca, música y con quién hicimos una hermosa amistad. Se ofreció para alojarme hasta el día de la partida. Me llevó al día siguiente a recorrer la ciudad hablando en un perfecto español. Y a veces inglés. Y otros, portugués…O italiano. Haciéndome conocer un poco de los rincones inexplorados de la ciudad, a esos que los turistas de tarjeta de crédito no llegan.
That night I met Lily, a beautiful Austrian girl, music and with who I made an amazing friendship. She offered me to stay until the day of departure. She took me the next day to tour the city speaking in perfect Spanish. And sometimes English. And others, Portuguese ... Or Italian. Making me know a little of the unexplored corners of the city, those that credit card tourists do not reach.
Mientras nos empapaba la lluvia de Austria y veía como Mathias se envolvía en bolsas de supermercado para capear el temporal, nos íbamos bordeando el río Danubio con un hermoso verde de distintas tonalidades.
Íbamos conociendo cada uno de los pueblos del norte de Austria mientras Mathias me contaba un poco de cosas de su país.
Debo reconocer que extrañaba pedalear acompañado. No sé si lo haría por todo el viaje, pero fue uno de los pedaleos más entretenidos que he tenido. Tres días nos tomó pedaleando por el verde austríaco, quejándonos al mismo tiempo por sus precios, pero disfrutando del país, para quedar a un par de kilómetros de la frontera con Alemania.

Atravesando Austria de Este a Oeste Crossing Austria from East to West |
Aun en territorio austriaco llegamos a la ciudad de Braunau Am Inn y ahí estaba una sobria placa al frente de la casa que al parecer le quedan pocos años de vida, ya que se planea demoler para evitar que sea lugar de peregrinaje para neo nazis.
Tan solo 4 kilómetros más adelante…Alemania, el país 30 del viaje.
Para la paz, la libertad y la democracia. Nunca jamás fascismo. Millones de muertos lo advierten For peace, freedom and democracy. Never ever fascism. Millions of dead people warn |
Little by little I had realized how "crazy" my friend was. I remember when I lost him for a few minutes and he was back hitchhiking a boat on the Danube. Or when instead of water it filled the bottles of the bicycle with beer. Or when he had lunch inside the supermarket, with everyone watching, crawling me on his ideas, since as he told me "nobody knows you here, what do you worry about". Or when he told me about his philosophy of life ... which was very similar to mine. But some of his follies were still missing.
Bienvenida Alemania Welcome Germany |
Staff del Marktl Football Club |
Mathias se detiene y parte a donde están los jugadores. Me quedé atrás ya que no hablo una pizca de alemán. Vuelve, ahora con el preparador físico del equipo.
-Carlos, tenemos ducha gratis!
Me imaginé al instante esas óperas que escuché en Viena como música de fondo. Estábamos pestilentes luego de 3 días de pedaleo sin parar.
-Sí, y además nos invitaron a cenar y podemos dormir en los camarines – Agregó.
Menos de una hora teníamos en Alemania y ya amaba el país. Sin embargo, venía lo mejor.
Al momento de cenar y compartir unas cervezas y a tan solo 110 kilómetros de Münich, un solo día de pedaleo, nos preguntan si veníamos al Oktoberfest.
Aun no era octubre, era solo el 15 de septiembre del 2017, pocos días antes de las fiestas patrias de Chile, con un poco de nostalgia considerando lo lejano que estaba de mi país y las celebraciones mezclados con el fallecimiento de mi tío hace exactamente un año.
-Ay, hubiera sido un sueño quedarme al Oktoberfest, pero con los precios de Alemania imposible aguantar dos semanas hasta Octubre – Le dije a la amable chica que nos atendía.
-De qué dos semanas hablas. Empieza pasado mañana.
-…¿En serio? ¿Y en qué ciudad es? ¿Berlín?
-Jajaj, es en Münich. Acá al lado.
Nos miramos con Mathias y comenzamos a reír, él tampoco lo sabía. No podíamos creer lo afortunados que éramos.
-Ahora entiendo Mathias porque no pudimos encontrar alojamiento para el sábado - El día que nos enteramos que empezaba la celebración, donde nos cobraban algo así como 150 euros por noche.
-Sí. Pero tenemos que ir igual, por último dormimos en el piso.
-Absolutamente. No iba a será la primera vez que lo haga de todos modos.
Mientras llevé a Mathias a una fiesta mexicana para devolverle un poco la mano de todo lo que me enseñó de su país y donde quedó maravillado con la sangre latina y la forma en que se celebra por acá, partimos al día siguiente al Oktoberfest.
Caminando por las calles de Munich, por barrios que parecían una pequeña Estambul con la cantidad de turcos, llegamos al famoso Oktoberfest. En mi vida había visto tanta, pero tanta gente bebiendo. Era una verdadera locura. Nos hicimos amigos de un grupo de mexicanos, alemanes, belgas y estadounidenses. Poco recuerdo de esa noche, pero tengo claro que terminé vivo y en las puertas del hostal donde no teníamos reservación.
Walking through the streets of Munich, through neighborhoods that looked like a small Istanbul with the number of Turks, we arrived at the famous Oktoberfest. In my life I had seen so much, but so many people drinking. It was real madness. We became friends with a group of Mexicans, Germans, Belgians and Americans. I don't remember to much of that night, but I have clear that I ended up alive and at the doors of the hostel where we had no reservation.
Oktoberfest |
A los minutos de habernos quedado dormidos, llega el encargado indicarnos que no podíamos estar ahí, que debíamos pagar.
Mathias sale al paso y hasta el día de hoy no sé con detalle cómo fue la conversación en alemán, pero el encargado nos lleva a una pieza contigua, al parecer para el staff, para pasar la noche. Y gratis.
Al partir al día siguiente, con una resaca de esas que te hacen replantearte el sentido de la vida, hicimos uno de los peores récords de pedaleo de lo que va de mi viaje, menos de 60 kilómetros. Los supuesto dos días que nos separaban de la casa de Mathias se iban a convertir en tres.
Acampando a las orillas del lago Stamberger, tuvimos el último día de camino planos. Se venía lo hermoso. Los Alpes.
Alemania, entrando a los Alpes. Germany, reaching the Alps |
While on the German side the road very nice, with the Alps as an the best landscape and gentle steep road, the return to Austria, was terrible. I had the bad idea of sending a Google Maps route to the GPS (instead of following my instincts to choose routes as I have done so far), but instead of selecting a route for cars, we made one as if it were to get there on foot . Of course, Google did not know that he had a 40-kilogram bicycle and sent us on hikers' routes.

Los últimos 5 kilómetros fueron los peores. De noche y sin baterías para alumbrar. Con lluvia, barro y frío.
La última bajada hacia su casa en Bizau; con el viento en rompiéndonos las manos y rezando porque ningún auto viniera en contra. Pero la salvamos. Y llegamos a su hogar, donde sus padres.
Me quedan mirando con algo de...entre que parecía que venía de la guerra y que…
-Matías, tus papás sabían que venías? – Le pregunto
-No - Obvio, si no tiene ni celular.
-Entonces debo asumir que menos me esperaban a mí, cierto.
-Asumes bien
Entra la hermana y me dice que no me preocupe, que ya lo conocían y que están acostumbrados a sus locuras. Que era bienvenido en su hogar.
Bizau, el pueblo de Mathias Bizau, the town of Mathias |
Two nights of rest in his house, where his mother cooked us, washed clothes and where we walked through that town lost in the mountains. Place where for many it would be a dream to live.
La despedida fue triste, era hora de volver al ruedo solo y despedir a este gran amigo, de quién aprendí a perder el miedo al ridículo o, mejor dicho, al “que va a decir la gente”. A sus cortos 23 años tiene más clara la vida que muchos de los más viejos.
En el adiós me regala un par de guantes para el frío, ya que había perdido nuevamente mi par en Rusia.
-Vas a atravesar los Alpes, los vas a necesitar más que yo.
-Gracias Mathias. Se te va a extrañar hermano.
Abrazo apretado. Hora de partir.
Hasta pronto Austria See you one day Austria |