2 y 5. Polonia es el país número 25 en esta aventura alrededor del mundo. |
Esos días, a pesar de que en el papel se veían como un pedaleo fácil, no los disfruté tanto. En parte por lo peligroso que resultó este país para pedalear al meterme cerca de las carreteras, única forma de llegar a Varsovia luego de entrar al país, pero sobretodo por el hecho que me había acostumbrado nuevamente a la vida en la ciudad. La parada en Rusia, al contrario de volver a encantarme con la bicicleta, me hizo perder mucho estado físico. Cada día de 100 kilómetros a más, una tortura luchando contra el viento. Por si fuera poco, volví a romper una de las varillas de la carpa, teniendo que dormir con un arreglo artesanal para que resistiera.
Estaba al lado del camino donde era imposible para algún auto parar, no había berma.
Luego de un buen rato parado me habla un trabajador de una contrucción, algo de tristeza debo haberle dado. Me dice que en la construcción hay un camión que me puede llevar a alguna parte, que ahí parado no iba a salir nunca.
Me subo yo, Libertad y un camionero bielorruso era quien nos iba a llegar, que nada de inglés hablaba. Me lleva a..."alguna parte". Mientras venía en mi GPS que cada vez más me alejaba de Varsovia, me dice algo que en gestos era un "hasta acá llegamos". Y me deja en una bencinera. Ahora no a un par de horas de Varsovia, sino a 2 días de pedaleo. Y tenía que llegar sí o sí esa noche.
Pedía ayuda a cada camionero que pasaba, pero nadie iba para Varsovia. Mientras estaba sentado esperando que todo se arreglara por milagro, se detiene un bus a cargar gasolina. Corriendo parto y les explico la situación. Me podían llevar gratis a mi y a Libertad, pero el problema, es que iban todavía más lejos. De hecho, iba para Bielorrusia.
Parece fácil en un mundo de gente haciendo "dedo" (autostop), pero cuando se trata de llevar una bicicleta arriba, con 4 bolsos de equipaje, mis opciones se reducen a algunos pocos milagros.
Una de las paradas era Bialistok, a solo 30 kilómetros de Bielorrusia. Ciudad relativamente grande en el camino, ahí podía intentar conseguir a alguien más fácilmente que llegara a Varsovia. Y lo conseguí.
Así, cuando me quedaban apenas unos 30 kilómetros para llegar a la capita, tuve que recorrer casi de punta a punta el país en solo un día.
Vistas de Varsovia |
Mientras turisteaba por Polonia, con Libertad aun siendo arreglada, fui a conocer un punto que simplemente no podía perderme en el sur de Polonia, el campo de concentración de Auschwitz.
Estaba fuera de ruta, ya que planeaba moverme hacia el oeste, Berlín, Bélgica, Holanda, etc. Tomé un tren por el día hacia Crackovia y...perdí la conexión con Auschwitz, quedando varado en Crackovia.
Mientras mascaba la rabia, por esas coincidencias de la vida, me encuentro nuevamente con Nándor, el ciclista rumano con quién compartí kilómetros en Lituania.
Mientras conversábamos, me sinceré con él:
-"Nándor. Me tiene algo aburrido Polonia. Quizás Europa. Creo que me quiero ir de acá" - Le comenté con algo de frustración por el hecho de tener que volver a Varsovia, perderme la visita a Auschwitz, y tener que volver a pedalear caminos planos, aburridos y peligrosos hacia Alemania.
-"Yo en tu lugar me traería la bicicleta y me iría de acá. Tienes el mundo para descubrir todavía"
-"Lo he pensado, pero me sentiría culpable de saltarme estos 200 kilómetros, por muy aburridos que sean"
-"Cuántos llevas en total?"
-"Casi 20.000 kms".
-"No seas ridículo, sigue pedaleando desde acá".
Luego de pensarlo bastante, no podía dejar de visitar un lugar tan importante como Auschwitz, por lo que decidí seguir pedaleando desde el sur. Además, lo que finalmente gatilló mi decisión es que me estaba quedando sin días de visa en Europa. Cambié mi ruta, me iba a saltar Inglaterra, Francia, Holanda y Bélgica, a cambio de Suiza (y los alpes), Italia y atravesar los Balcanes. Viendo hacia atrás, fue una de las decisiones más acertadas que tomé durante el viaje.
Cracovia |
Esos días de pedaleo fueron bastante movidos y nuevamente me reencanté con mi amor, con Libertad.

Camino a Auschwitz, al alcanzar los 20.038 kms. y luego de 450 días de viaje, me detengo en los árboles de Polonia y me pongo a pensar en ese lejano día 1, cuando recién iba saliendo de mi Chillán, y los 40.000 kilómetros que me quedaban hacia adelante por pedalear. Como me decía a mí mismo "¡en que te estás metiendo Carlitos!" pero ahora, ya la mitad de la tarea estaba hecha. Como ese "dar la vuelta al mundo en bicicleta", del que mucha gente se moría de risa cuando lo decía y del que incluso yo a veces lo veía como tan lejano e inalcanzable, estaba a mitad de ser cumplido. Unos de minutos de reflexión antes de seguir con la otra mitad del mundo.
Luego de un par de horas de pedaleo, llegué a Auschwitz. Un lugar que conmueve y que más allá de las típicas consideraciones obvias, lo desgraciado que puede llegar a ser el humano bajo ciertas circunstancias, me puso a pensar en como una (mala) clase política puede, el promover el odio y principalmente el miedo, pueden llegar a termina como acá, un tema tan en boga en esta etapa de la historia que nos encontramos.
Auschwitz |
Bajando con cuidado, mientras unos eslovacos al otro lado del río me preguntaban si estaba seguro de lo que estaba haciendo, me encontré en los 3 países al mismo tiempo.
Antes de seguir pedaleando hacia Eslovaquia tuve que hacer una parada obligada en la República Checa, la excusa perfecta para probar la famosa cerveza del país y pedalear un poco por sus bosques.
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Con hermosas vistas aun en el lado de Polonia... |
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..cruzando ríos y senderos... |
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...encontré el monolito... |
...la trifrontera. Polonia, Eslovaquia y la República Checa. |
Luego de mi corto paso por la República Checa, entré a la otra parte de la ex Checoslovaquia: Eslovaquia, un país que no tenía contemplado en el plan original (aunque haciendo la matemática, son cada vez más y más los países que no tenía en la ruta original). Un pedaleo relativamente tranquilo, donde a pesar de un poco de montañas en la entrada del país, me toco bastante plano alcanzando así velocidades récords y su capital Bratislava en dos días y medio.
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Rumbo a Bratislava. |
La trifrontera. ¡Otra más! |
Las antiguas aduanas entre países europeos. Hoy en día, con las fronteras abiertas, solo quedan las ruinas de esos edificios. |
Rajka |
Mi (no tan rico) Gulash Húngaro |
Luego del paso por la trifrontera me metí de lleno a Hungría, a alcanzar mi Gulash. Lo encontré en la ciudad de Rajka, al norte de Hungría. Lamentablemente fue una de las decepciones más grandes en lo que va de viaje. Si hay algo que no tendré un especial recuerdo de esta parte del mundo es de la comida.
Al armar las maletas para partir al día siguiente rumbo a Austria, veo por la frontera con Eslovaquia las barricadas militares esparcidas a lo largo del a frontera. Eran parte de la cortina de hierro, probablemente la frontera más importantes de la segunda mitad del siglo pasado. Estaba saliendo de Europa del Este.